Los buenos hábitos son imprescindibles para garantizar la salud del ser humano. El deporte, una buena alimentación y un estilo de vida activo son fundamentales y es la etapa infantil donde hay que fomentar estos buenos hábitos.
En el caso de la comida, si durante la infancia los adultos logran que los pequeños coman de forma saludable y disfruten de ello, probablemente cuando sean adultos seguirán haciéndolo y con ello su salud se verá reforzada.
Evitar obesidad y sobrepeso
El sobrepeso y la obesidad son dos grandes males que acechan a la sociedad en el siglo XXI, especialmente en los países desarrollados. Se trata de un problema muy importante porque tras estos procesos se desencadenan otras muchas enfermedades crónicas que hace multiplicar el gasto sanitario de los estados de manera relevante.
Uno de los grandes problemas que encontramos con la comida en la etapa infantil es que las preferencias de los niños pueden verse influenciadas por la publicidad, con el bombardeo de productos poco sanos con exceso de azúcar, sal, grasas procesadas y otros ingredientes poco sanos.
¿Cómo fomentar la comida sana en la etapa infantil?
Uno de los consejos principales es no solo decirles qué alimentos tienen que comer, sino que los adultos sean ejemplo de buenas prácticas. SI queremos que aumenten su ingesta de frutas y verduras, los adultos debemos comer mucha fruta y verdura.
Una segunda recomendación es hacer a los pequeños responsables de lo que se come en casa, implicándolos en el proceso de la alimentación desde la compra hasta la mesa. Elaborar juntos el menú de la semana, ir juntos a la compra y hacerles ver que esta actividad puede ser divertida. Existen multitud de recetas sanas donde los pequeños pueden colaborar.
Como tercer punto a tener en cuenta está el de la disponibilidad de alimentos en casa. Está muy relacionado con el de dar ejemplo por parte de los adultos. Si en casa hay snacks o aperitivos saludables, como frutas y verduras, así evitamos que en su alimentación haya bollería, patatas fritas, etc.
Asimismo, estos alimentos saludables han de estar disponibles para momentos de ansiedad y apetito, pero por supuesto formar parte de las comidas principales. Cada día debe priorizarse el consumo de frutos secos, fruta, verduras, cereales…
Por último, los adultos deben dejar que los pequeños, en la etapa infantil, aprendan a comer, que conozcan los alimentos, que experimenten con ellos y con sus texturas, sin forzarlos, para que no generen cierta aversión hacia algunos alimentos.
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