Realfood o real fooding son conceptos muy extendidos en la actualidad, así como foodie o food lover. En realidad, todos estos términos responden a un mismo movimiento y estilo de vida que se basa en comer comida real (aquellos alimentos mínimamente procesados o cuyo procesamiento industrial no haya empeorado la calidad de la composición o interferido negativamente en sus propiedades saludables presentes de manera natural) y evitar productos ultraprocesados.
Si nos centramos en realfood, se trata de un fenómeno extendido por los profesionales de la nutrición y la salud que fomenta el consumo de alimentos de verdad, entendiéndose por verdad alimentos poco procesados.
La clave de todo este fenómeno de promoción de los alimentos saludables está en la necesidad de potenciar la educación alimentaria, para conseguir buenos hábitos que reduzcan la posibilidad de sufrir algún tipo de enfermedades ENT (enfermedades no transmisibles) y patologías asociadas a una mala alimentación como pueden ser los ataques cardiacos, la diabetes, el cáncer, etc.
«El Realfooding es un estilo de vida basado en comer comida real y evitar los ultraprocesados. Es un movimiento que defiende el derecho a una alimentación saludable para la población. Es una revolución que lucha con conocimiento y conciencia contra el lado oscuro de la industria alimentaria.» Carlos Ríos
¿Qué es un alimento real y uno procesado?
Un alimento real, el que responde a la definición de realfood, es aquel que se prepara con todas sus cualidades nutricionales: frutas, verduras, carnes, cereales, legumbres, huevos, frutos secos… Estos productos deben constituir la base de la alimentación.
Los alimentos procesados, por contraste, son aquellos alimentos naturales que han sometidos a procesamientos de conservación. Entre los alimentos procesados existen los que reciben procesamientos mínimos: conservas de verdura, legumbres cocidas o algunos platos preparados.
Otros buenos alimentos procesados son la leche, los yogures y el resto de lácteos, los panes integrales, el chocolate negra, el aceite de oliva virgen extra, el pescado enlatado, las bebidas vegetales sin azúcar añadido, la comida casera congelada, las semillas molidas o tostadas, la fruta deshidratada y algunos embutidos o encurtidos.
Estos alimentos se diferencian de los ultraprocesados, que son aquellos que incorporan aditivos como saborizantes, colorantes o aceites hidrogenados. Los alimentos ultraprocesados son ricos en sal, grasas de mala calidad y azúcares. Suelen ser alimentos muy calóricos y su cantidad de nutrientes es escasa, de modo que no son recomendables en la dieta diaria.
A este tipo de alimentos es a lo que pretende combatir el fenómeno del realfood, basar la alimentación en productos naturales y poco procesados, que son los más indicados para ganar salud a través de la dieta.
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